UNA NUEVA DÉCADA PARA MEJORAR

Foro General de la Tercera Era
JAVIER
Mensajes: 303
Registrado: Mar Dic 20, 2005 10:34 pm

UNA NUEVA DÉCADA PARA MEJORAR

Mensaje por JAVIER »

Yo se que PARA DIOS NO EXISTEN FECHAS ESPECIALES, sin embargo creo que existen ciertas fechas que son utiles para hacer un autoexamen estas pueden ser el aniversario de nuestro nacimiento, el fin de un año o de una década.

Invito a mis hermanos a hacer una reflexión personal de:

• Nuestra vida personal, ¿en donde estábamos en el 2000, en 1990, hace diez, veinte o más años?, pero lo más importante es, ¿hemos evolucionado, hemos hecho a un lado nuestros defectos, hemos dejado que Dios a través de nuestra conciencia regule nuestros actos?.

• Nuestro papel en la Obra de Dios, ¿hemos logrado mejorar nuestra conducta en nuestro alrededor, con nuestra familia, con nuestros vecinos y en nuestro trabajo, somos para ellos un ejemplo de buena conducta?, si somos fieles en lo poco en lo mucho nos pondrán.

• Nuestra relación con Dios, ¿hemos profundizado nuestra oración, somos metódicos en el estudio de la enseñanza y en los compromisos que adquirimos?.


El resultado positivo de un autoanálisis debe tener como resultado una renovada intención de mejorar, esforcemos para que en los próximos tiempos seamos dignos hijos de nuestro Padre Celestial.
AlbertoTrevino
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Registrado: Mié Sep 13, 2006 10:09 pm
Ubicación: Monterrey N.L.

Re: UNA NUEVA DÉCADA PARA MEJORAR

Mensaje por AlbertoTrevino »

Saludos a Todos

08-213.51 Mi Doctrina, que es en todo tiempo la explicación de la Ley, ha venido a vosotros como camino de luz, como brecha segura para el espíritu; sin embargo, los hombres empleando el libre albedrío de que fueron dotados, queriendo seguir un camino para su vida, han elegido siempre el camino fácil de la materialidad, desoyendo algunos de manera absoluta los llamados de la conciencia que siempre encaminan hacia lo espiritual; y otros, creando cultos y ritos para creer que van con paso firme por la senda espiritual, cuando en verdad son tan egoístas como aquellos que han excluido de su vida mi nombre y mi palabra.
08-213.52 Si pudieseis contemplar desde aquí el valle espiritual donde habitan los seres materializados, aquellos que nada han labrado para la jornada espiritual después de esta vida, quedaríais anonadados; pero ni por un instante diríais: ¡Cuán terrible es la justicia de Dios! No, en cambio exclamaríais: ¡Qué ingratos, qué injustos y crueles somos con nosotros mismos! ¡Qué indiferentes para con nuestro espíritu y qué fríos hemos sido como discípulos de Jesús!
08-213.53 Por eso el Padre ha permitido que aquellos seres se manifiesten a veces en vuestra vida y os den el mensaje doloroso, angustioso, de su vida oscura y sin paz. Son moradores de un mundo que no tiene la luz radiante de las moradas espirituales, ni las bellezas de la tierra que habitaron.
08-213.54 Aquel extenso valle, lleno de turbación, de remordimientos, de dolor, de tristeza y desesperación, sólo es iluminado por la luz de la conciencia que va despertando uno a uno a aquellos seres y cuando esa luz llega a invadir todo el espíritu, éste reconoce su camino, arroja la vestidura de materialidad que conservaba y vuelve a sentir que vive, que ha sido resucitado, que una voz le llama desde lo infinito, y que esa voz es la del Padre, quien desde el principio de los tiempos le trazó el sendero de luz y felicidad.
08-213.55 Nadie de vosotros quiera ir a habitar en las tinieblas de la turbación, ni a beber el cáliz de los remordimientos.
08-213.56 Para evitaros aquella infinita amargura, tened caridad de vuestro espíritu, haced obras verdaderas de amor, no obras superficiales con las cuales tratéis de engañaros a vosotros mismos.
08-213.57 Mi Doctrina imparte espiritualidad, y la espiritualidad quiere decir verdad, pureza, luz, sinceridad y amor.
08-213.58 Esta es mi senda, la única, aquella que desde los principios os fue trazada y quedó escrita en toda conciencia.
08-213.59 Mi voz, que resuena nuevamente en lo recóndito de vuestro ser, viene a llamaros hacia el camino perdido, hacia el sendero olvidado, para que acumuléis méritos, que serán luz, satisfacciones y elevación para vuestro espíritu, cuando él tenga que traspasar el velo que existe entre lo material y lo espiritual.
08-213.60 Os hablo de ese velo, porque vuestra pequeña elevación espiritual aún no os permite unir en una sola todas las moradas existentes, y así como en la Tierra, vuestra falta de fraternidad os ha dividido en pueblos y naciones, en el Universo, los seres pequeños se han visto divididos por mundos, moradas y espacios.
08-213.61 Tiempo llegará en que las fronteras de este mundo sean borradas por el amor y en que los mundos se acerquen unos a otros por espiritualidad.
08-213.62 Mientras, seguirá la lucha entre la conciencia y el libre albedrío, del cual toma y se aprovecha el hombre para hacer de su vida lo que le place.
08-213.63 La lucha entre esas dos fuerzas llegará a su culminación y el triunfo se inclinará de parte del espíritu, el cual, en una entrega absoluta de amor hacia su Padre, le dirá: “Señor, renuncio a mi libre albedrío, hágase en mí solo vuestra voluntad”.
08-213.64 Yo bendeciré al que así llegue delante de Mí y lo envolveré en mi luz, mas le haré saber que esa bendita libertad de que fue dotado, nunca se la quitaré, pues el que hace la voluntad de su Padre, el que es fiel y obediente, es digno de la confianza de su Señor.
08-213.65 ¿Verdad que habéis entendido lo que os he hablado de la vida espiritual? Ved como lo espiritual es simple y diáfano, al contrario de las doctrinas y enseñanzas vuestras que todo lo complican.
08-213.20 ¿Por qué os habéis manchado? Porque no os habéis dejado conducir por el poder del espíritu, cuya fuerza la habéis confundido con la de vuestra voluntad humana, vuestras vanidades y caprichos.
08-213.21 Es necesario que penetréis en vuestro corazón, en vuestro interior, para que sepáis en qué grado os encontráis para la voz de la conciencia, en qué estado de amor estáis para con vuestros semejantes; entonces sabréis hasta qué punto sois antorchas encendidas o flamas apagadas.
08-213.22 Yo os digo que de acuerdo con vuestro amor, así será la fuerza, la bondad y la luz que poseáis.
08-213.23 También vosotros tendréis vuestro día de liberación y vuestro día de gloria. ¿Cuál será ese día? Aquel en que venzáis en el campo de batalla de vuestra vida.
08-213.66 Meditad, discípulos.
11-334.06. ¿Quién creéis que ha dado al espíritu la iluminación de un juez perfecto para juzgarse a sí mismo? La conciencia, que en esta hora de justicia os parecerá que brilla con claridad antes nunca vista, y ella será la que diga a cada quien qué fue lo bueno, lo justo, lo real, lo verdadero que hizo en la Tierra y qué fue lo malo, lo falso y lo impuro, que en su camino sembró.
11-334.07. El santuario de que acabo de hablaros, es el de la conciencia. Ese templo que nadie podrá profanar, ese templo en el que habita Dios y de donde sale su voz y brota la luz.
11-334.08. En el mundo nunca habéis sabido penetrar en ese santuario interior, porque vuestra personalidad humana siempre procura los medios de evadir la voz sabia que en cada hombre habla; os digo que, al despojarse vuestro espíritu de su envoltura, al fin podrá detenerse ante el lumbral de ese santuario para disponerse a entrar en él y ante ese altar del espíritu, postrarse, oírse a sí mismo, examinar sus obras ante esa luz que es la conciencia, oír hablar dentro de sí la voz de Dios, como Padre, como Maestro y como Juez.
11-334.09. Ningún mortal puede imaginar en toda su solemnidad ese instante por el que habréis de pasar todos, a fin de conocer lo que lleváis de bueno, para conservarlo y lo que debéis de rechazar porque no podéis llevarlo por más tiempo en el espíritu.
11-334.10. Cuando el espíritu sienta que está frente a su conciencia y ella se hace presente con la claridad de la verdad, ese ser se siente sin fuerzas para escucharse a sí mismo, quisiera no haber existido nunca, porque ante sí, en un instante, pasa delante de su mente toda su vida, la que dejó atrás, la que poseyó y fue suya y de la cual ha llegado por fin a rendir cuentas.
11-334.11. Discípulos, humanidad: Preparaos desde esta vida para ese instante, para que cuando vuestro espíritu se presente ante el umbral del templo de la conciencia, no vayáis a transformar ese templo en tribunal, porque el dolor espiritual será tan grande que no hay dolor material que se le parezca.
11-334.12. Velad y orad, meditad, practicad mis enseñanzas y nunca os dejéis engañar por vuestra vanidad, que pretenda haceros creer que obráis con verdad, con caridad o con amor, cuando en el fondo no existe ninguna de esas virtudes.
11-334.13. Jamás anotéis en vuestro corazón las obras que vayáis haciendo y nunca os conforméis con lo primero que hagáis, a fin de que en vuestro camino vayáis ascendiendo sin cesar.
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