Re: PURIFICACIONES

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Consuelo
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Re: PURIFICACIONES

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PURIFICACIONES

Cuando escribí este tema de purificaciones, no me imagine que tan pronto íbamos a estar en esta nueva purificación, lo que pasa es que yo creí que estas cosas iban a empezar mucho tiempo más adelante; pero como yo misma dije; que este tiempo de restitución iba a empezar poco a poco y creo que este virus es solo el principio. El coronavirus empieza como si fuera una gripe, dolor de garganta, tos, y mucho malestar. Los que saben dicen que el virus llega primero a la garganta, y después de 8 o 10 días, llega a los pulmones, sube mucho la temperatura y de allí viene la neumonía. Todo el mundo esta consternado, porque el virus va llegando a cada nación, haciendo estragos. Aquí donde yo vivo nuestro gobierno, creo que exagerando un poco no permite que la gente salga, excepto en casos de necesidad, y solo a lo necesario, estamos en cuarentena. Mi esposo y yo estamos bien Gracias a Dios, y procuramos respetar las instrucciones, para cuidarnos nos lavamos las manos muy seguido, también hacemos gárgaras, con vinagre rebajado con agua y con agua oxigenada, y no nos acercamos a lugares con mucha gente, de todos modos no podemos porque todo esta cerrado; restaurantes, cines tiendas solo están abiertas tiendas de abasto de alimentos. Creo que es todo, quiero escribir mas adelante sobre las ofrendas y los holocaustos. Que Dios los llene de bendiciones y de luz, cuídense mucho. Consuelo.
Consuelo
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DEL TEMA “MEJORES O PEORES?”

En enero 18 del 2015 puse un tema con este nombre, porque había empezado a escribir sobre si nosotros los que ahora poblamos la tierra somos mejores que los que vivieron en el primer tiempo. Tal vez entonces no sabía que probablemente hemos sido los mismos, antes y ahora. Y en este tema hable sobre un sueño que alguien de la familia tuvo en ese año. Dice que estaba en México, tal vez de paseo, y tuvo que irse y un tiempo después que regreso, todo estaba diferente; algo había sucedido, era algo grave, no había medio de transporte, porque ya no había gasolina tampoco había alimentos (algo parecido a Venezuela), la gente se había comido todos los animales, y el hambre era tanta que ya empezaban a comerse unos a otros. No quiero que piensen que me gusta asustar pero me parece muy significativo que estamos en un tiempo que anuncia malos tiempos, yo se que realmente nuestro Padre nos ama y si nos acercamos más a Él, no nos dejara de su mano, entonces si debemos acercarnos mas a su Divina Presencia, y no solo pedir por nuestra familia o nuestro país sino por todo el mundo, por todos nuestros hermanos encarnados y desencarnados, por todos los jóvenes que no tienen quien pida por ellos, porque muchos padres no saben lo importante que es bendecir a todos los hijos, propios y ajenos. Seria algo maravilloso que este tiempo de purificación, nos uniera mas como hermanos y a aprender a amar a nuestro Padre antes que a todo lo creado, y a nuestros semejantes como a nosotros mismos. Porque esa es la Ley. Mil gracias por su atención Consuelo.
Consuelo
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Re: PURIFICACIONES

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PURIFICACIONES

Vamos a hablar de Moisés, un hijo muy amado de nuestro Padre. Algo de su vida, sus obras, su obediencia, y su amor a sus semejantes. Empezamos hablando del Pentateuco.
Genesis que quiere decir “Origen,” el libro primero de Moisés.
Del diccionario bíblico. El contenido del primer libro del Pentateuco que consiste en cinco rollos, nombre dado al conjunto de los cinco primeros libros del
AT: Genesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
El termino Pentateuco no se halla en las escrituras. Los Israelitas daban el nombre de “Ley Toráh” a este conjunto de cinco libros.
El contenido del primer libro del Pentateuco fue plasmado por Moisés en base a la tradición oral y escrita, todo ello conducido por la inspiración del Espiritu Santo.
Moisés fue testigo ocular de los hechos consignados en los cuatro libros siguientes.
Como dice arriba; esta información la saque del Diccionario Bíblico, y también que estos cuatro libros después de Genesis que fue inspirado dice “plasmado” (en el Diccionario), por El Espiritu Santo a Moisés, así pues, fue Moisés quien escribió los cinco libros del Pentateuco.
(Historia) Moisés, El gran caudillo y legislador de los hebreos; Levita de la familia de Coat, de la casa de Amram (Éxodo 6:18-20). Cuando Moisés nació y debido al edicto que ordenaba arrojar a los niños varones hebreos recién nacidos a las aguas del Nilo que puso en peligro la vida de Moisés. Su madre lo escondió durante tres meses en su casa; era de hermosa apariencia (Hechos 7:20) No pudiéndolo esconder ya más, lo puso en una arca hecha de juncos, hermetizándola con asfalto y brea, y la puso entre los juncos en el rio. La madre ordeno a su hija María, entonces adolescente, que vigilara la arquilla. La hija del faraón descendió, junto con su sequito, para bañarse. Al ver la princesa egipcia la arquilla, la hizo abrir y, reconociendo que el niño que lloraba era hebreo, tuvo lastima de él. Entonces María, con una admirable presencia de ánimo, pregunto a la princesa si le daba permiso para conseguir una nodriza para el niño, a lo que la princesa accedió. De esta manera, Moisés recibió su primera formación de manos de su propia madre bajo la protección de la hija de faraón. Moisés recibió una educación aristocrática, y fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios (hechos 7:22), la nación más civilizada de aquella época. Aquel niño estaba destinado a elevadas funciones en Egipto.
Pero Dios lo estaba preparando para caudillo del pueblo hebreo. Moisés, extremadamente dotado, recibió la instrucción necesaria para la gran tarea que le esperaba.
Moisés, por sus estudios se familiarizo con la corte egipcia, con sus grandes personajes, con la pompa de las celebraciones religiosas, con la suntuosa exhibición de los ritos y de los símbolos, con la corriente literaria y artística de su época, y con la administración de la justicia. Sin embargo, Moisés no olvido nunca su origen y creía en las promesas hechas a su pueblo. Hacia el final de su estancia en Egipto, ya había comprendido que Dios lo llamaba a ser el juez y el liberador de los israelitas. Viendo que un egipcio golpeaba a un hebreo, dio muerte al egipcio, y escondió su cuerpo en la arena, Al día siguiente, viendo a dos israelitas que se peleaban, los quiso reconciliar. Uno de ellos le dirigió estas palabras, “¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros?” ¿“Piensas matarme como mataste al egipcio?” (Éxodo 2:14)
Sabiendo entonces que su acción había sido observada, y que el hecho era sabido, y que faraón buscaba darle muerte, Moisés huyo al país de Madián. Así renuncio al título de hijo de la hija de faraón, y se asoció de manera clara con el pueblo de Dios. Tenía entonces 40 años. (Ex. 2:11-15; Hech. 7:23-28; He. 11:24-25). Llegando a Madián, Moisés conoció al sacerdote Jetro, y a sus hijas, y le dio a Sefora como esposa, la cual le dio dos hijos: Gerson y Eliezer. (éxodo 2:22; 18:3,4). Moisés moro 40 años en Madián (hech. 7:30) participando de un pueblo que descendía de Abraham y que posiblemente adoraba al mismo Dios que el (ex. 18:10-12). Este nuevo periodo de preparación puso a Moisés en estrecho contacto con Jetro, cabeza de una tribu de madianitas, sacerdote dotado de mucho discernimiento (ex. 18). Durante este periodo, el pensamiento religioso de Moisés maduro. Por otra parte, se familiarizo con los caminos del desierto, con sus recursos, con su clima y con la vida de sus moradores. La solemne grandeza de los espacios desérticos y su soledad profunda favorecían la meditación. Hacia el final de este periodo el futuro caudillo de Israel vio un fenómeno asombroso: una zarza ardiendo, pero no se consumía. En el momento que se apartó del camino para observar aquello, oyó la llamada divina. El Señor rechazo las objeciones de Moisés tocantes (a) a su propia persona (Ex.3:11) (b) a su incapacidad de revelar al pueblo su nombre y el carácter del Dios que quería liberarlos (v. 13) (c) su carencia de autoridad ante el pueblo (4:1) (d) su pobre elocuencia ( v.10), (e) finalmente su rechazo expreso a partir (v13) Ante la ira de Jehová, Moisés tuvo finalmente que obedecer, y el Señor le asigno a Aaron como portavoz (v 14-17).
Ya en Egipto, Moisés y Aaron se presentaron en numerosas ocasiones a Faraón para comunicarle que Dios exigía la partida de los israelitas. El rechazo del rey a obedecer atrajo sobre el mismo y sobre su pueblo las diez plagas. Cuando llego el momento de éxodo, Moisés, bajo orden de Jehová, acaudillo a los hebreos.
En el monte Sinai Dios se manifestó a Moisés de una manera muy personal el pueblo oyó la voz de Dios, pero solo el profeta fue admitido a hablar con Jehová como un amigo (ex. 24). El Dios de Israel fue revelando gradualmente a su servidor, lo que debía enseñar al pueblo. Así es como Moisés recibió en el monte los Diez Mandamientos y las leyes que los acompañaban. Inmediatamente después, el profeta paso sobre el monte cuarenta días de ayuno, en el curso de los cuales Dios le revelo la forma, las dimensiones, los materiales y los utensilios del Tabernáculo que debería erigir en el desierto. Asimismo, Moisés recibió las dos tablas de piedra en las que estaba grabado el Decálogo, Descubriendo a su descenso del monte que el pueblo se había entregado al culto del becerro de oro, Moisés indignado, quebró las tablas de piedra. Los levitas ejecutaron a continuación a todos los israelitas que se obstinaban en adorar al becerro de oro. Después de haber actuado como juez, Moisés intercedió ante Dios en favor de los israelitas, ofreciendo incluso su propia salvación por la de ellos y Jehová prometió quitar su ira de sobre Israel.
Así Dios ordeno a Moisés que subiera de nuevo al monte. El pueblo había violado las ordenanzas fundamentales del culto; la ley fue dada otra vez sobre dos tablas nuevas semejantes a las primera (ex. 19)
En las dos ocasiones en que paso cuarenta días en el monte, Moisés no comió ni bebió (Ex.24). Mas adelante, Elías observaría un ayuno idéntico (1R 19:8). Los ayunos de estos dos profetas prefigurarían el de Jesús (mt 2:4). El nombre de Moisés quedaría asociado para siempre a las leyes promulgadas en el Sinai y en el desierto.
Cuando Moisés descendió del Sinai después del segundo ayuno de cuarenta días de su faz, surgían rayos luminosos (heb. “cuernos”), de manera que el pueblo tuvo temor de aproximarse a él.
Moisés, sin embargo, los reunió y les comunico las ordenes de Jehová. Poco después de pasar a Cades, Core y otros príncipes se rebelaron contra Moisés y Aaron pero Dios los destruyo (Núm.16). Poco después que estuvieron por segunda vez en Cades, los mismos Moisés y Aaron desobedecieron a Dios (Num. 20). Dios les había ordenado que hablaran a la Roca para hacer salir agua de ella. Pero Moisés dijo al pueblo reunido allí: “! Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta Roca? Los dos hermanos se apartaban con esta actitud de su posición de dependencia con respecto a Dios. Se ponían en lugar de Jehová, en tanto que había sido El quien había conducido a los israelitas fuera del país de servidumbre, y que los había alimentado durante cuarenta años en el desierto. En lugar de actuar en nombre de Jehová, intervinieron en su propio nombre. Se glorificaron del poder que Dios les había otorgado.
A continuación, Moisés golpeo dos veces sobre la Roca, en lugar de simplemente hablarle (Num. 20:8) Esta desobediencia fue de extrema gravedad. Aparte del hecho mismo de la desobediencia, la acción de golpear traiciono el significado típico de la Roca, que era Cristo
(1 Cor.10:4). Cristo murió una sola vez por nosotros, y su sacrificio no se repite jamás. Los beneficios de su obra fluyen siempre en base a la obra efectuada una vez por siempre. Y fue esta desobediencia capital lo que los privo de entrar en la tierra prometida. Pero este castigo tan severo no altero en nada la fidelidad de Moisés hacia su Señor; reasumió su actitud de humildad y siguió conduciendo al pueblo en dirección a Canaán. Dios le mando que llevara a Aaron sobre el monte Hor y que transmitiera el sacerdocio a Eleazar, hijo de Aaron. En aquel monte murió Aaron (Num. 20:22-29). Cuando los israelitas fueron atacados por la plaga de serpientes ardientes, Moisés intercedió ante Dios, que le ordeno que levantara una serpiente de bronce sobre una asta. Todo aquel que contemplara la serpiente era sanado. El profeta introdujo al pueblo en el país de Sehon y de Og, y conquisto aquellas tierras para Israel. Con el campamento establecido en un valle de los montes de Abarim, pudo ver desde allí el país prometido a Abraham, a Isaac y a Jacob. La emoción de Moisés se expresó en una oración: “Señor, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa…Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena que está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano.” Pero el Señor respondió. “Basta, no me hables más de este asunto… no pasaras el Jordán” (Dt. 3:24-27) Se levanto el campamento y después fue vuelto a ser plantado en el valle de Sitim.
Sabiendo que su muerte estaba ya cercana, Moisés tomo las ultimas disposiciones, y dio su discurso de despedida al pueblo (Véase Deuteronomio). Dios había designado a Josué como sucesor de Moisés. El anciano profeta puso al hijo de Nun en presencia de Eleazar, el sumo sacerdote, y le impuso las manos a la vista de todo el pueblo que tenía que acaudillar (Num.27:18-23)
Moisés llevo a continuación a Josué a la entrada del tabernáculo de reunión a fin de que Jehová diera las instrucciones al nuevo jefe de Israel (Dt.31:14-23). Después ensenó al pueblo un cantico lleno de sabiduría divina (cap. 32), dio su bendición a las distintas tribus (cap. 33), ascendió al monte Nebo, desde donde contemplo la tierra prometida, y murió a la edad de 120 años. “Sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor” (34:7). El mismo Dios lo sepulto en el valle (v. 6). Los escritos de Moisés fueron redactados en su mayor parte durante los cuarenta años del desierto. Allí consigno las etapas del viaje (Nm.33) registro los acontecimientos importantes, como la batalla contra Amalec (Ex. 17). Escribió los estatutos dados en el Sinai en el libro del Pacto (24:4-7). El lenguaje de Moisés presenta la riqueza, vivacidad y profundidad que exige la poesía hebrea, muy sencilla de estructura, y muy apropiada para la expresión del fervor. Su poema más espontaneo es el cantico compuesto inmediatamente después del paso del Mar rojo, que refleja la exaltación del triunfo sobre Faraón (Ex. 15:1 18).
Moisés fue un gran escritor. Los extraordinarios acontecimientos que vivió lo prepararon para redactar la historia de su pueblo tal como la encontramos en el Pentateuco, y fue mucho más lo que Moisés escribió.
Elías es un profeta mayor, pero junto con Moisés creo que están (según mi pequeño entender) casi al parejo, porque aparecen juntos en la biblia en circunstancias importantes como es La transfiguración en el monte Tabor: (Mt. 17:1-8)
1- Seis días después, Jesús tomo a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevo aparte a un monte alto; 2- y se transfiguro delante de ellos y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. 3- Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías hablando con El.
4- Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
5- Mientras el aun hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia; a él oíd.
6- Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor. 7- Entonces Jesús se acercó a ellos y los toco, y dijo: Levantaos y no temáis. 8- Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo.

También en apocalipsis 11 están juntos Elías y Moisés.
En apoc. 11.2 Pero el patio que esta fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollaran la ciudad santa cuarenta y dos meses.
11.3- Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. 11.4- Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra. 11.5- Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir el de la misma manera.
11.6- Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.
11.7- Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matara.
11.8- Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado.
11.9- Y de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados.
11.10- Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegraran, y se enviaran regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra.
11.11- Pero después de tres días y medio entro en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayo gran temor sobre los que los vieron.
11.12- Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron. 11.13- En aquella hora hubo un gran terremoto y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se atemorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo.
Moisés y Elías, son los dos olivos y los dos candeleros enviados por nuestro Padre para ayudarnos, pero nosotros con nuestros pecados, y desobediencias, causamos que estos amados hijos del Padre estuvieran como muertos, porque aunque nos hablaran del amor del Padre nunca los escuchamos.

Gracias por su atención, Consuelo.
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