EL TESORO QUE NADIE PUEDE HURTAR
Publicado: Sab May 26, 2012 2:25 pm
CATEDRA DEL DIVINO MAESTRO JESUS CRISTO
FACULTAD O PORTAVOZ: MARIA AMPARO
RECINTO ESPIRITUALISTA: CIUDAD DE MEXICO
EN ESTA CATEDRA SABRAS DONDE ENCONTRAR A CRISTO, UNIFICARTE A EL, Y PUEDAS RESOLVER TODOS TUS PROBLEMAS.
Gloria a Dios en las Alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Glorificado sea el Padre y glorificado sea el Pueblo de Cristo por Jesucristo, cuando el Pueblo de Cristo se encuentre a la Altura de la espiritualidad.
Entonces, oh Pueblo amado; complacido tu Redentor, testigo seré de tu altitud y testigo también de tu gloria.
Seas bienvenido ante mi cátedra dulce y amorosa, seas bienvenido ante el mensaje brillante, consolador, de amor universal. Seas bienvenido para olvidar tus penas y seas bienvenido para espiritualizarte, por lo límpido de mi palabra y lo potente de mi Amor.
Yo te recibo en el nombre de mi Padre, y te recibo por mi Amor de Cristo, y deseo para ti que brille en ti la Luz del Santo Espíritu. Bienvenido seas.
Una cátedra más de Amor, una cátedra más de Luz y una cátedra más para tu corazón y para tu entendimiento, para que llegues a Mí por el camino que sea más fácil para ti. Si por el del sentimiento, tengo para tu sentimiento, amor y dulzura; si por la mente que quiere conocer, tengo para ti Luz de conocimiento.
Ven a Mí por el camino que sea fácil para ti, que Yo vengo ante ti, oh Auditorio amado, Cristo ante su Pueblo, que le llama, Cristo ante su Pueblo, que le espera. Escuchando Yo tu imploración, mi Amor responde porque mi Amor responde a todos los amores. Imploración del Pueblo y como contestación de ello, vibración de Jesucristo, vibración de redención, vibración de amor y de consuelo.
No olvides de mi enseñanza nunca, aquellas palabras que sientas tú que tienen más savia. No olvides de mi enseñanza, porque tú en la Tierra, oh Pueblo espiritualista, serás como la sal y el sabor de la Vida, serás así cuando seas verdaderamente espiritualista, entonces, serás como la sal que da sabor, para encontrar aliciente por ello en la vida. Serás beneficio, siempre beneficio, arca de dádiva abierta para todos aquellos que a ti vayan, porque serás a mi semejanza cuando seas verdaderamente espiritualista, porque ahora estáis haciendo, oh mis Parvulitos amados, ensayos de Espiritualismo, estáis ensayando, no habéis encontrado la Voz en donde tengo Yo mi Altar, no habéis encontrado la potencia escondida en vosotros mismos.
No habéis encontrado al verdadero vidente y auditivo, no habéis encontrado a vuestro Intimo en vosotros, y en este intimo donde Yo moro, en lo más íntimo de ti, tendrás las respuestas necesarias para todas tus preguntas, para todas tus interrogaciones, en lo más elevado de vosotros, moro Yo; en lo más elevado de vosotros, hago Yo; en lo más elevado de vosotros, quiero que me encontréis, porque si vosotros sentís la Verdad de vuestro Intimo, podéis percibir como el Altar interno que en vosotros hay, por Mí es iluminado.
Vosotros habéis visto la Luz del sol, o sea la irradiación luminosa del sol que está lejano de la Tierra, pero que pocos habéis visto, y que pocos podéis ver un destello de mi Luz en el hombre; o acaso de mi Luz en el niño, o acaso de mi Luz en el anciano. Si vosotros solamente podéis ver cuerpos densos, si vosotros estáis atraídos siempre a la Tierra, por lo que queréis, todas aquellas cosas que os atraen y por vuestros sentidos materiales, todavía no vivís lo mejor que hay que vivir, todavía no vivís a lo que habéis venido y para lo que habéis venido, porque todavía el alto destino espiritual no lo habéis empezado a caminar por su senda, ni a sentir la dulce ambrosía de la llegada del Cristo en el hombre, pero de la llegada en la Conciencia, porque Yo moro en vosotros, mas estáis adormecidos.
No habéis dejado que se manifieste en vosotros vuestro Íntimo, la más alta Conciencia que debe permanecer siempre despierta como lámpara votiva. La lámpara votiva tiene Luz bella ¿De dónde procede la Luz bella de la lámpara votiva? Hay entre el hombre y Yo, tal vez decís vosotros, un misterio, y otros, un secreto, y digo Yo: Entre la Humanidad y Yo, hay una Verdad, una sagrada Verdad, una sublime Verdad: Mi unión con cada una de vuestras almas.
¿En dónde empieza la santa conexión: Tú conmigo, Humanidad, y Yo contigo? ¿En dónde empieza esa conexión espiritual triunfante, brillante, magnifica? A medida que la Humanidad se dispone a efectuar tal maravilla: La Unión conmigo, como Yo hice siempre la Unión con mi Padre Celestial.
Sí, es tomar la vida hermosa, como Dios la manda, como la manda mi Padre Celestial que está en la Tierra, en los Cielos y en todo lugar, por esencia, por presencia y en potencia, iluminándolo todo, haciendo vivir todo; fortaleciéndolo todo porque lo ama todo.
Y si vosotros queréis ir a vuestro Intimo a donde tengáis el santo encuentro, en vuestra sublime Verdad, entre vosotros y Yo, entonces, vuestra alma procederá en la altitud que debe: toda espiritualidad, y ya no ofenderá la Humanidad al Yo, al Intimo, ni con medicinas exteriores, ni con la ignorancia, ni con el materialismo; no ofendáis al espíritu con medicamentos de la Tierra, no ofendáis al espíritu con ceguera humana, que él es el clarividente de la eternidad. Y digo: Ceguera humana, porque esa es la peor y la más lamentable de todas y la única verdadera, porque en verdad podéis dejar un cuerpo y tomar otro, y si a uno le falta la Luz, el otro tendrá; pero cuando tenéis esa ceguera, cuando huís de la Verdad, huís de la Gloria.
En verdad os digo: Atended mi enseñanza y llevad en vosotros mi sentida palabra espiritual; llevarla como un desprendimiento de la Verdad Suprema que, como pequeños rayitos de Luz, viene a hacerse presente en la vida del hombre, para enseñar con la Verdad el Camino y dar ejemplo y llenar al hombre de la Gracia que concede el Amor, que es Verdad; porque esa Verdad potente, nadie puede destruirla; de Dios viene y en Dios existe la Verdad del Amor, del Amor divino, del Amor espiritual, es el Redentor en vosotros.
Cuantas veces lo he dicho: El Cristo Amor es el que está irradiando en este cerebro, en estos momentos, en este cerebro que a veces hace esfuerzos para servirme, y Yo recibo cada uno de los esfuerzos y sacrificios. Pues bien, soy Yo el Cristo, el Amor manifestado en cátedra, en palabra, en ejemplo y en enseñanza; pero escucha bien, mi Pueblo, no solamente he venido para irradiar en María Amparo, he venido para irradiar en cada una de vuestras conciencias, en cada una de vuestras almas, en cada íntimo de vosotros, en cada uno de vuestros cerebros y de vuestros corazones. Quiero que, pensando en el sol, penséis en Mí; el sol irradia riquezas a la tierra, y Yo irradio riqueza al corazón. Abrid las puertas del entendimiento y afinar vuestros altos sentimientos, para que mi Amor, en compasión y en ternura, se desborde para ti, porque tú así me necesitas; me necesitas dulce y vengo dulce; me necesitas amoroso y soy amoroso; me necesitas consolador porque sufres, y estoy consolándote mi Pueblo amado; me necesitas médico, porque estás enfermo, y Jesús, Médico és, si sabes sentirme, si sabes entenderme, aunque sea un átomo de cuanto te digo. Oídos que me oyen y mentes que muy pocas me comprenden.
Escuchad la voz, la voz humana que está interpretando mi pensamiento espiritual, pero esta voz, escucha mi Pueblo, es para revestir mi pensamiento, para manifestar mi pensamiento, pero escucha lo que quiero, quiero irradiar en vosotros conscientemente, que dejéis unos momentos en vuestra vida para que Yo empiece, poco a poco, a servirme de vosotros; y cuando tengáis un problema, id a vuestro Íntimo y allí sea resuelto el problema.
Cuando tengáis angustias y pesares, id a vuestro Íntimo y vuestros pesares dejarán de ser como las nubes son llevadas por el viento; así, por la Luz sagrada que está en el Íntimo de vosotros, por ella desaparecerán las sombras que te hacen sufrir. Yo soy el Poderoso que se lleva lejos las nubes de tu sufrimiento, porque mi Padre está en Mí, y tal cual lo dijera en mi cuerpo de Jesús, lo que Yo hablo, no lo hablo de Mí, lo hablo de Aquél que me envió. El habla por Mí su divina y santa Palabra. ¿Y quién me ha enviado? Él, el Supremo Creador.
El que siempre ha sido, mi Padre Celestial, el Creador Increado, Aquél que todo lo ha formado y al que nadie lo formó. Soy su Enviado, soy el Cristo, que irradiando, enseñando el Camino, quiero ver que las Almas me sigan tal cual Yo amo a las Almas, las Almas busquen al Cristo amado; pero en Verdad es difícil mi Camino, difícil por hoy, para vosotros, ya que mi Camino es el Camino del Amor, del Amor excelso, del Amor sublime, del Amor espiritual, que es el único Amor divino, es mi Camino, y el que quiera andar por mis caminos, debe tener dulce el alma, dulce el corazón, dulces los labios, y debe ser así a mi semejanza, porque Yo soy a semejanza de mi Padre Celestial. Por eso, Pueblo amado, vengo a invitarte a que recibas de estas notas la verdad suprema, a invitarte a este concierto de mi cátedra, en que desbordándose la ternura, se convierte mi mensaje, en mensaje de consolación, pero también, mensaje de enseñanza.
El Pueblo que angustiado piensa en Mí, nunca será defraudado. Si existe en este Mundo mi manifestación, es porque en los millones y millones de almas que me llaman, en diferentes credos, tienen presente la imploración. En diferentes doctrinas y de diferentes maneras me llaman y me tienen en espíritu y en verdad; pero en verdad quiero poner a las religiones todas, en marcha, en movimiento progresista, porque quiero que todas ellas se revistan de la Luz de la espiritualidad, no de la sombra, sino de la Luz para la Edad Acuaria.
Entonces, soy el Cristo que los niños han soñado y soy el Cristo en quien los hombres y los ancianos tienen su esperanza, el testigo de vuestro nacimiento y de lo que llamáis vosotros Muerte. El Testigo presente en cada una de vuestras obras positivas o negativas, buenas o malas; de cada una de vuestras palabras verdaderas, fingidas o palabras que mienten, o juramentos que se olvidan o promesa que no la hizo el corazón. Cuando los labios del hombre hablan o cuando el sentido interno dice mucho sin mover los labios.
Yo que estoy en la Luz, estoy en ti mi Pueblo, y Testigo soy de todos tus pensamientos, palabras y obras. Yo se que este Mundo te ha entretenido y que queriendo tantas cosas sigues aquí, y tengo que hacer mucho para recordarte tu estado edénico, para recordarte tu Primer Amor, tu Primer Hogar, tu Primer Amor que es mi Padre, tu Primer Hogar que fue el Cielo. Tengo que trabajar tanto en tu interno, y tengo que dar tanto y tan repetidamente mi Palabra para que recuerdes que no vas a quedarte en la faz de la Tierra. ¿Por qué te empeñas tanto en gozar siempre, todo con los sentidos personales, y poco o nada con los sentidos espirituales, diáfanos del Alma? ¿Por qué te empeñas en retenerte si te espera la Gloria, Humanidad?
¿Por qué te empeñas en dar vueltas y vueltas en tus reencarnaciones y en tus muertes, si el Cielo es tuyo y es tu bello futuro que te espera para que en él, unido con mi Padre y Conmigo, puedas ser el genio luminoso que controlando los Mundos y los Sistemas Planetarios, el sol tenga de tu Luz y de tus pensamientos; la Humanidad que escojas como Redentor? Porque hay muchos Planetas en el Gran Cosmos, sí; pero también para cada Planeta hay un Redentor, como fui Yo, y como he sido, el Redentor del Mundo. Así también en los Planetas de pecadores, nunca faltará el Redentor, el Pastor que enseñe el Camino. Vuestro destino es grande, vuestro destino es sublime. ¿Cuándo os vais a entregar a ese Destino para que se cumpla en él, la Voluntad de mi Padre? Si vais al Íntimo donde Yo moro, escucharéis la Cátedra eterna, en tu Íntimo, nunca interrumpida. Escucharéis también, si sois vosotros sensitivos, esa música interior que cual concierto solamente escuchado por los altamente sensitivos, no se niega Él a los hombres; son los hombres los que se niegan a escuchar mi concierto mundial, porque Yo vengo a vosotros en todas las formas, ya que vosotros no podéis venir a Mí. Mis pequeñas avecitas de corto vuelo, no podéis venir a mi Altura, y mi cátedra desciende a vosotros para que entendáis el poder de mi Amor, de mi Amor divino, de mi Amor de Cristo, de mi Amor sublime, del Mensaje de mi Padre Dios.
¡Varón, que estas escuchando mi Cátedra y que dices: “Siento que este Mensaje me llega profundamente al corazón. Pasará el tiempo y posiblemente no olvide este momento”. Y estás pensando con beneplácito y grande emoción en lo que Yo estoy hablando a través de un cerebro, a través de una Médium de tu Mundo; de esas pocas Médium que hay en vuestro Mundo para dar el Mensaje de alta revelación y para que podáis vosotros saber cual es mi empeño, de no abandonar sin mensaje a ninguno de vosotros!
Varón, se que está palpitando tu corazón, Hijo mío; se que está sintiendo profundamente tu Alma, mi mensaje; se que me estás hablando íntimamente; se que tienes una sensación tan verdadera que no sabes si llorar, que no sabes si callar o enmudecer; se que palpita fuertemente tu corazón. Yo te he tocado, Hijo mío, Yo te he tocado, te estoy tocando con Amor, porque mi mensaje toca a todos aquellos que ya están para Mí, aquellos que vengo entresacando de las multitudes; y si efectivamente es verdad como piensas, es verdad que llevarás la música de mi Palabra en tus oídos y la llevarás siempre como un deleite que te haga vivir momentos tranquilos, no solo llevarás mi cátedra amado mío, no solamente mi cátedra, llevas algo más, me llevas a Mí en ti. Yo moro en cada uno de vosotros, ya he dicho antes, y allí está el sagrado vínculo del hombre con Cristo, y el hombre con Dios.
Estoy ligado a ti, y tú a Mí, porque Yo soy, en verdad, el punto principal en donde se unen todos los hilos del pensamiento y vida; porque mi Padre hace por Mí en el Mundo su Obra de Amor y redención. Y si el Amor es el que dulcifica los pesares de un Mundo atormentado como éste, el Amor que entrego a mi Pueblo, es para poner en vuestro amargo, algo de dulzura del Espíritu; así, Varón, no solamente llevas mi enseñanza, Yo, el que te ama, está en ti. Déjame manifestarme y cuando quieras una contestación a tus problemas, ve a tu Interno, donde moro Yo, y si la primera vez, la segunda y la tercera vez, no sientes mi respuesta, vuelve al Silencio, busca la soledad, apártate para escucharme, sigue insistiendo, que un día, una tarde, una noche, tal vez un día al despertar del alba, tú me escucharás, y me escucharás en una forma tan plácida, tan satisfactoria, que al día siguiente será para ti un día de alegría, aunque no tengas motivos humanos para ser feliz.
Pero en verdad, lo que digo a ti, Varón, digo a todos los que me están escuchando: Aprenden a llevar esta Verdad; cada uno de vosotros sois un Centro de Manifestación del Espíritu de Amor y de Verdad, todo depende que vosotros queráis servir y que os preparéis para servir, y lograré todo lo que aquí habéis oído, lograreis ser Centros de Expresión del Espíritu de Amor, unos en otras encarnaciones, porque no os entregarán en ésta; pero algunos de vosotros en ésta, aunque pasen los años llegareis a realizar el bello ensueño, si tal pensáis. Porque es muy sencillo esperar una cátedra, según mi Pueblo amado, pero es tan difícil para los Médium o Mediadores que la dan, que tienen que parar años, muchos años, para poder interpretar, lo que hoy escucháis; tienen que pasar muchos años, tienen que superarse mucho en las facultades que mi Padre Celestial ha entregado; tienen que sufrir al principiar, tanto, que, encuentren como Verdad, el Amor de Dios, el Amor de Cristo.
Yo no digo que quiero sacrificar mis Médiums, hombres o mujeres, a que queden aislados, sin familia, sin matrimonio, sin hogar; Yo no digo eso, solamente digo que viviendo mis Médiums como humanos, idénticamente, puesto que son lo que sois vosotros, tienen que pasar años para dar la Palabra, pruebas al principio, amarguras y dolores, hasta elevar la sensibilidad que se supera; para hacer de mis pensamientos, palabras; y para dar al Pueblo, el alimento espiritual. Yo no vengo a imponer sacrificios, porque en verdad os digo: Vengo a enseñar a amar, y entonces, si vosotros queréis recibirme de otra manera, porque no sólo se recibe mi mensaje de una manera, no, mi mensaje se recibe de mil maneras, se recibe como lo estáis oyendo, se recibe en lo personal, cada uno de vosotros; en la soledad, en el silencio, un mensaje secreto, particular; tú Conmigo y Yo contigo, sin testigos y sin auditorio.
También en lo íntimo, en donde Yo te digo que existo y moro, en lo más elevado de ti mismo, en donde puedes escuchar mi contestación a tu plegaria, también ahí estoy Yo, amados míos, no en forma de cátedra como lo escucháis, pero sí en forma breve, momentánea, tanto como dure lo que podéis recibirme, lo que sepáis conservar, la afinidad Conmigo, la armonía Conmigo, porque necesitáis armonizaros con la Vibración de los Altos Planos, no de lugares lejanos, no, de los Altos Planos que moran precisamente en el Interno de la Alta Conciencia del hombre; no hablo de lugares, hablo de planos interiores invisibles, verdaderos, si vosotros sabéis encontrar la escala oculta, la escala invisible y secreta, por ella progresaréis, por ella seguiréis elevándoos cada vez más el pensamiento, cada vez más el sentimiento, cada vez más vuestras acciones. Buscad la escala del corazón, buscad la escala interna de las almas, porque en ella me encontraréis a Mí, guiando vuestros pasos, asegurando vuestro futuro.
Así, en verdad os digo, que lo que hoy mis Facultades hacen, podéis vosotros hacerlo más tarde, aun en la soledad. Cerrad vuestra puerta, y si no queréis trabajar para el Pueblo y queréis trabajar para vosotros, al cerrar vuestra puerta, al buscar el silencio, al poneros silenciosos, en meditación, y repetir estos ensayos como he dicho; repetirlos aunque pasen los años, un día encontraréis también al Cristo invisible, que alimenta al hombre por la propia conciencia, por el íntimo del hombre.
Y un Apóstol decía: "¿Quiénes somos nosotros, oh Señor, para que tú te ocupes tanto de nosotros?” Espiritualmente hablando sois algo tan grande, espiritualmente hablando, no alcanzan los tesoros del Mundo para comprar lo que sois uno de vosotros, en espíritu, solamente en espíritu, ya que la materia vuelve a la Fuente donde ha procedido.
¡Pobre es la Tierra para comprar o para dar lo que vale una Alma de Vosotros! ¡Por eso os busco, mis Amados por eso os llamo amoroso, porque sois Hijos de Dios, Herederos de su Gloria! ¿Sabéis lo que quiere decir esta Palabra consoladora: Herederos de su Gloria? No vais a ser herederos de una fortuna que puede desaparecer, no, seréis realizando la Divina Herencia, en la Alta Morada de mi Padre, los Hijos del Rey, del Padre y del Señor. Seréis vosotros, resplandecientes, y seréis vosotros, dulces, como todo lo que en el Cielo mora, mas el Cielo no es un lugar apartado de la Tierra, es un concepto maravilloso de la Altura, pero de la Altura espiritual, no de lugar lejano.
Así os digo en verdad: Si vosotros contempláis en las noches las estrellas y decís: ¡"Qué bellas son"! ¡Más bella es el Alma de un Arrepentido! y ¡Más bella es el Alma de un Purificado! ¡Más bella es el Alma de un elevado Ser, que se eleva de una alma como vosotros, que ha buscado la Altura y vuelve a su Fuente primordial! Puesto que vosotros a pesar de que amáis tanto estas cosas del Mundo, no vais a quedaros aquí, porque todo lo que hoy os atrae, no vale nada para el Ser. Mejor será vuestra morada, mejor que la mejor mansión del planeta, porque vuestra morada, aun siendo de perlas preciosas, pobre sería en comparación del Reino de los Cielos. Entonces, ya no tengas tu corazón donde tienes tu tesoro, Humanidad, ya no pongas tu amor en las cosas perecederas, ya no trates de soñar con riquezas, ni de guardar lo que pueden hurtarte, o lo que puede quedar para aquéllos que te aman poco, mucho o nada; no pienses dejar herencia a aquéllos que mal uso harán de lo que no trabajen, y poco usarán bien lo que otro trabaja.
¿Por qué no piensas en tu porvenir celestial? ¿Por qué no eres futurista respecto de tu Reino de Paz y Amor? ¿Por qué no atesoras, por qué no, pero de los tesoros del espíritu que nadie puede hurtar? ¿Por qué no piensas en mi Palabra, a tal grado que la sientas en tu corazón para guiarte en el Camino de la Vida por ella? ¿Por qué no sientes mi Amor, mi Pueblo? Es mi Amor el que palpita en cada corazón, en los momentos en que haces tu Oración y te contesto. ¿Por qué no sientes mi caricia en los rayos del sol? ¿Por qué no enjugas las lágrimas de los que sufren antes de que el aire o el sol sequen las semillas con llanto? ¿Por qué no bendices como Yo bendigo? ¿Por qué no perdonas como Yo perdono? Y en verdad te digo que aquellos que entiendan mi Secreto, mi secreto potente del Amor, aunque lo entiendan por átomo, grandeza tendrán por Verdad.
Ya ves que sí me importa y me interesa cada uno de Vosotros, porque cada uno de Vosotros, tan solo, sois un Valor, sois una Luz, sois un Hijo de Dios, un Heredero del Reino, un Arrepentido futuro, un Brillante temporalmente perdido en este Mundo, en este laberinto. Pero mi Amor va atrayéndote al Centro de Vida, al Centro de Amor, para darte calor de vida, para darte enseñanza de Amor y para enseñarte, sobre todas las cosas, que sólo en la renunciación a lo superfluo, se tiene la grandeza de la Verdad.
Si alguno de vosotros quisiera dar un pequeño resumen de una o de dos o tres palabras, solamente de un concepto que le hubiera interesado, dos voces voy a escuchar, pero no aquellas voces que siempre hablan cuando mi Irradiación es, sino aquellas voces que no hablan seguido a mi Irradiación, Vosotros que sentís y que pensáis, a vosotros y de vosotros, espero la palabra...
-Habla un Hermano.
Siento la emoción espiritual de lo que has tenido que dar, lo que ha habido en ti; haz que sigan floreciendo los rosales de las brillantes ideas espirituales, para que tengas más que dar, que el que mucho tiene que dar, más tiene que recibir. Bendito seas Varón, Yo te bendigo en el nombre de mi Padre y en mi nombre que soy el Cristo. Bendito seas. Ahora escuchad. Visitante que insisto en hablarte, Varón que has venido a visitar esta mi Casa, y que entre el Pueblo estás, y que vuelvo a tocar tu corazón emotivo y sensitivo, que impresionado no sabes o, según tu dices, no encontrarías la manera de dirigirte en este momento a Mí. Varón, en la vida, es verdad que se sufre mucho, pero no hay un sufrimiento inútil, como tampoco hay, Amado mío, una lágrima injustificada; todos los sufrimientos dejan utilidad y todas las lágrimas son justificadas; entonces, no tengas pena manifestar ante tus hermanos el día y en el momento en que tu quieras; que tú, Visitante Amado, eres a quien me dirijo, tú que has sufrido y que has tenido un tiempo pesado por el que estás atravesando, puedes recibir mi consuelo.
En las noches en que te falta el sueño, en que estás pensativo, y puedes recibir mi caricia, porque en tu vida hay momentos en que te sientes vacío de amor, tienes una soledad interior, estás insatisfecho en cuanto al corazón, llénalo de mi Amor y de Mí, ve que no engaña, porque mi Amor no engaña a ninguna Criatura. Y si tú, en tu intimo vas y me buscas, ahí me encontrarás Varón, consolándote e iluminándote; pero este tiempo pesado pasará, y vendrá a ti, cómo tú sabes, por acciones y reacciones, pero, pasará y vendrá a ti la paz y vendrá a ti la abundancia. Además, no te preocupes mucho por la abundancia, abundancia de las cosas materiales, preocúpate mejor por la abundancia de las cosas divinas y celestiales, que no es interesante poseer mucho de lo que el viento se lleva; es interesante ser grande Internamente hablando; así, Varón, en esta noche en que a ti te digo tanto, a quien mando mi consuelo, mi caricia y mi amor espiritual, lleva para tu ser y para tu satisfacción, todo lo que has oído, acompañado con bendición y amor, bendito seas. Y si tus labios callan por pena a tus semejantes, Yo sigo sintiendo y se que sigue latiendo tu corazón. Y te hago una pregunta: ¿Quieres venir a Mí? ¿Quieres hablarme? Puedes hacerlo.
-Habla el Hermano aludido.
Amado mío, he escuchado la sensibilidad, he escuchado tu palabra sincera y en verdad te digo: Bienaventurado tú, que sin estudiar, has dejado hablar al corazón. Bienaventurado tú, que sin preparación, has dado lo que tienes que dar, y Yo te digo: Soy en ti como la luz de tus pupilas, y recibe así el beneplácito con que Yo te recibo. Porque tú no sabes que pasará el tiempo y después de un tiempo tú harás muchas cosas en espíritu para ti, y en la Tierra para el bien de tus semejantes, y el tiempo será por ti aprovechado, y reciba tu alma fecundamente todo lo que manda mi bendición amorosa para tu alma, para tu cuerpo. Y cuando el tiempo llegue, buen labrador serás, y más tarde recibirás de la siembra, magnífica cosecha, porque tu eres de los que Yo llamo, pero que tú mismo te escogerás, o sea, todos los hombres son llamados y escogidos, porque todos los hombres se preocupan por serlo. Veo los corazones, veo los pensamientos, y vengo entresacando a los míos, a los de Dios. Hijo de Dios, Yo te bendigo en el nombre de mi Padre y en mi nombre de Cristo, bendito seas.
A vosotros que de lejos habéis venido, que buscáis el momento supremo de consuelo, Yo os recibo amorosamente, os recibo, pero os recibo, no de uno a uno, sino el raudal llega a cada corazón, entrad en silencio, aquietar vuestro pensamiento; que por medio del silencio, Yo acariciaré a cada mente, a cada alma y a cada corazón. Mientras hacéis vosotros silencio, Yo preparo a cada uno de vosotros, como el Centro vibratorio que da al que recibe. Porque cada uno de vosotros sois una antena del Creador, de mi Padre, sois un Centro de Vida y de alta manifestación; Centros de Vida, Centros de Amor, Manifestaciones Supremas, en Espíritu os hablo. Preparaos para que llegue hasta vosotros mi toque de Espíritu a espíritu, y en el momento en que me estéis sintiendo, pedid de acuerdo con la fe, entrad en silencio y recibid. Tomad, mi Pueblo, que Yo os entrego. Paso a la Luz del Cristo, paso a la Fuerza y a la alta Vibración que riego y esparzo por toda mi Casa, por todo este Recinto. Paso a mi Luz. Vibre, con tal Fuerza esta Luz mía, que por todos aquellos que quieran sentirla, sea sentida. Adelante oh Vibración, oh Fuerza, tomad que os mando por primera vez, Fuerza y Potencia; tomad que os mando por segunda vez, Fuerza y Curación; y tomad que os mando más fuertemente por tercera vez; tomad y recibid que Yo os entrego para vuestro cuerpo, para vuestra alma, para vuestros familiares, para vuestros hogares y para vuestras tristezas, a manos llenas, tomad y recibid.
Amados míos, me he derramado complacientemente en vosotros, simiente de Luz y de paz; he dejado en cada uno, enseñanza para que sigáis por mi camino. ¿Estás conforme, mi Pueblo amado? ¿Os ha servido el alimento espiritual y brillante de esta noche? Ahora, Yo os digo: Amados, preferir ser el herido y no el heridor, preferir ser el ofendido y nunca el ofensor, procurar recibir vosotros humillación, ser humillados pero no humillar. Es preferible ser el muerto en la carne, que el asesino; porque si quitasen la vida a tu cuerpo, encontrareis la resurrección del alma, y mi Padre os dará la gloria en ella. Nunca a ninguno de los míos, se le ocurra levantar la mano contra su semejante, porque en ese momento, me niega a Mí en él; nunca ofendas jamás con voz altiva, porque en ese momento desconoces al Cristo, a Mí, que moro en él. No, no manchéis lo límpido que hay en lo más elevado de Vosotros.
Jamás levantéis la mano, jamás levantéis la voz en contra de ninguna Creatura; si lo habéis hecho alguna vez, no volváis a hacerlo, que Yo bajaré la mano de aquél que pretendiera heriros si vos en ese momento pensáis en Mí, pero si me olvidáis, recibiréis herida; si en Mí pensáis nadie os tocará. Cuidad mi Casa, cuidad este Recinto y honrarlo, porque este Recinto es la Fuente de mis elevadas Vibraciones. Respetadlo, porque este Recinto es en donde queda el eco de mi Cátedra sagrada dada por labios humanos, pero mía, no lo olvidéis. Librad vuestra mente de pensamientos turbios, limpiad vuestros labios de palabras impuras, limpiad vuestra vida de obras insanas, porque sólo los limpios conocerán el Reino de los Cielos. Límpiate, Humanidad, que Yo te espero; límpiate Humanidad, que Yo te señalo el Camino; Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida, dije en mi cuerpo de Jesús, mas lo dijo mi Padre por Mí. Y vuelvo a repetirte: Lo que Yo hablo, no lo hablo de Mí, lo habla mi Padre por Mí, como Yo quiero hablar el Evangelio por vosotros, para ser Uno, la Creatura con su Creación por una eternidad en santa Unidad por los siglos y edades planetarias.
Ahora, si Vosotros habéis tenido un momento de desconexión Conmigo, la naturaleza humana os ha vencido; no se repita más tal violencia, porque quien violento es, en ese momento, obscurece su claridad, cúbrese su Luz interna para no ser profanada y el hombre no la siente ni la ve.
Conexión espiritual conmigo tenéis cuando hacéis obras buenas, dulces, rectas y justas. Estáis desconectados con lo Divino, cuando dedicados a la violencia, a las pasiones, a los vicios, os entregáis al bajo yo; entonces, entráis en desconexión conmigo y en conexión con las sombras. Pero tú eres Hijo de la Luz, mi Pueblo; busca tu procedencia, busca la Luz, y que las sombras no enturbien jamás, ni tus pensamientos, ni tu aura. Brillante en aura y en pensamiento quiero encontrarte; brillante en obras quiero hallarte; amoroso y dulce quiero sentirte. Dejad a los muertos que entierren a sus muertos, dejad a los hombres sin espiritualidad que rueden por el Mundo, que cuando llegue la espiritualidad, vendrán a Mí.
Ahora, Pueblo amado, goza de mi Paz y de mi Amor, y recibe de mi Luz.
Y hay un pensamiento que me dice: “Perdón Señor“, y Yo te digo: Sí, Varón, mi Amor, mi bendición y perdón es contigo, mas no suceda de nuevo jamás. Yo os bendigo en verdad, no es el hombre fuerte el que vale mucho por su valor humano; es el hombre espiritual el que vale mucho por su valor espiritual. No es el fuerte el que ataca y triunfa; es Fuerte el que bendice y ama; es Fuerte el que, antes de levantar su mano, cruza sus brazos; es más fuerte que el que levanta Su mano para pegar. Si tenéis tentaciones de levantar vuestra diestra para atacar a vuestro semejante, a aquellos que son cuerpos, ideas divinas de mi Padre Dios, como lo sois vosotros, en donde moro Yo, porque moro en cada uno de vosotros.
Si queréis vosotros levantar la mano contra un semejante, pensad en Mí, cruzad los brazos, sellad vuestros labios, y se verá una Luz en Vosotros, porque os habéis conectado con lo divino. El que se conecta con lo divino, el que está en armonía con lo divino, ese es grande, no el que tiene fuerza para derribar a su semejante. Es fuerte el que cumple con mi mandato, y lo más grande del hombre es saber perdonar; lo más grande del hombre es saber decir la Verdad; lo más pequeño en el hombre es saber mentir, saber levantar la mano y pensar mal de sus semejantes, son pequeñeces en que sufre el alma, son pequeñeces como la vanidad de vanidades, que sólo es aflicción del espíritu.
Almas mías, a Vosotros he venido como Mensaje de Amor de los Cielos a la Tierra; a Vosotros he venido como perdón y consuelo, a vosotros como Luz y como bendición, mi paz y mi Amor os dejo. Y el arrepentimiento me place porque os purifica, mi Paz y mí Amor os doy.
No os hablo de Amor, como os hablan los hombres en el Mundo, os hablo de Amor como habla el Enviado de Dios a la Tierra. Mundo mío, Yo te bendigo, Mundo mío, me seguiré manifestando en ti de todas las maneras, miles de maneras diferentes, para llevar a Dios, lo que es de Dios; para que cada Alma, vuelva a su Centro de donde un dia surguio.
MI PAZ SEA EN VOSOTROS
RECIBAN UN FRATERNAL SALUDO DESDE SALTILLO COAHUILA MX
FACULTAD O PORTAVOZ: MARIA AMPARO
RECINTO ESPIRITUALISTA: CIUDAD DE MEXICO
EN ESTA CATEDRA SABRAS DONDE ENCONTRAR A CRISTO, UNIFICARTE A EL, Y PUEDAS RESOLVER TODOS TUS PROBLEMAS.
Gloria a Dios en las Alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Glorificado sea el Padre y glorificado sea el Pueblo de Cristo por Jesucristo, cuando el Pueblo de Cristo se encuentre a la Altura de la espiritualidad.
Entonces, oh Pueblo amado; complacido tu Redentor, testigo seré de tu altitud y testigo también de tu gloria.
Seas bienvenido ante mi cátedra dulce y amorosa, seas bienvenido ante el mensaje brillante, consolador, de amor universal. Seas bienvenido para olvidar tus penas y seas bienvenido para espiritualizarte, por lo límpido de mi palabra y lo potente de mi Amor.
Yo te recibo en el nombre de mi Padre, y te recibo por mi Amor de Cristo, y deseo para ti que brille en ti la Luz del Santo Espíritu. Bienvenido seas.
Una cátedra más de Amor, una cátedra más de Luz y una cátedra más para tu corazón y para tu entendimiento, para que llegues a Mí por el camino que sea más fácil para ti. Si por el del sentimiento, tengo para tu sentimiento, amor y dulzura; si por la mente que quiere conocer, tengo para ti Luz de conocimiento.
Ven a Mí por el camino que sea fácil para ti, que Yo vengo ante ti, oh Auditorio amado, Cristo ante su Pueblo, que le llama, Cristo ante su Pueblo, que le espera. Escuchando Yo tu imploración, mi Amor responde porque mi Amor responde a todos los amores. Imploración del Pueblo y como contestación de ello, vibración de Jesucristo, vibración de redención, vibración de amor y de consuelo.
No olvides de mi enseñanza nunca, aquellas palabras que sientas tú que tienen más savia. No olvides de mi enseñanza, porque tú en la Tierra, oh Pueblo espiritualista, serás como la sal y el sabor de la Vida, serás así cuando seas verdaderamente espiritualista, entonces, serás como la sal que da sabor, para encontrar aliciente por ello en la vida. Serás beneficio, siempre beneficio, arca de dádiva abierta para todos aquellos que a ti vayan, porque serás a mi semejanza cuando seas verdaderamente espiritualista, porque ahora estáis haciendo, oh mis Parvulitos amados, ensayos de Espiritualismo, estáis ensayando, no habéis encontrado la Voz en donde tengo Yo mi Altar, no habéis encontrado la potencia escondida en vosotros mismos.
No habéis encontrado al verdadero vidente y auditivo, no habéis encontrado a vuestro Intimo en vosotros, y en este intimo donde Yo moro, en lo más íntimo de ti, tendrás las respuestas necesarias para todas tus preguntas, para todas tus interrogaciones, en lo más elevado de vosotros, moro Yo; en lo más elevado de vosotros, hago Yo; en lo más elevado de vosotros, quiero que me encontréis, porque si vosotros sentís la Verdad de vuestro Intimo, podéis percibir como el Altar interno que en vosotros hay, por Mí es iluminado.
Vosotros habéis visto la Luz del sol, o sea la irradiación luminosa del sol que está lejano de la Tierra, pero que pocos habéis visto, y que pocos podéis ver un destello de mi Luz en el hombre; o acaso de mi Luz en el niño, o acaso de mi Luz en el anciano. Si vosotros solamente podéis ver cuerpos densos, si vosotros estáis atraídos siempre a la Tierra, por lo que queréis, todas aquellas cosas que os atraen y por vuestros sentidos materiales, todavía no vivís lo mejor que hay que vivir, todavía no vivís a lo que habéis venido y para lo que habéis venido, porque todavía el alto destino espiritual no lo habéis empezado a caminar por su senda, ni a sentir la dulce ambrosía de la llegada del Cristo en el hombre, pero de la llegada en la Conciencia, porque Yo moro en vosotros, mas estáis adormecidos.
No habéis dejado que se manifieste en vosotros vuestro Íntimo, la más alta Conciencia que debe permanecer siempre despierta como lámpara votiva. La lámpara votiva tiene Luz bella ¿De dónde procede la Luz bella de la lámpara votiva? Hay entre el hombre y Yo, tal vez decís vosotros, un misterio, y otros, un secreto, y digo Yo: Entre la Humanidad y Yo, hay una Verdad, una sagrada Verdad, una sublime Verdad: Mi unión con cada una de vuestras almas.
¿En dónde empieza la santa conexión: Tú conmigo, Humanidad, y Yo contigo? ¿En dónde empieza esa conexión espiritual triunfante, brillante, magnifica? A medida que la Humanidad se dispone a efectuar tal maravilla: La Unión conmigo, como Yo hice siempre la Unión con mi Padre Celestial.
Sí, es tomar la vida hermosa, como Dios la manda, como la manda mi Padre Celestial que está en la Tierra, en los Cielos y en todo lugar, por esencia, por presencia y en potencia, iluminándolo todo, haciendo vivir todo; fortaleciéndolo todo porque lo ama todo.
Y si vosotros queréis ir a vuestro Intimo a donde tengáis el santo encuentro, en vuestra sublime Verdad, entre vosotros y Yo, entonces, vuestra alma procederá en la altitud que debe: toda espiritualidad, y ya no ofenderá la Humanidad al Yo, al Intimo, ni con medicinas exteriores, ni con la ignorancia, ni con el materialismo; no ofendáis al espíritu con medicamentos de la Tierra, no ofendáis al espíritu con ceguera humana, que él es el clarividente de la eternidad. Y digo: Ceguera humana, porque esa es la peor y la más lamentable de todas y la única verdadera, porque en verdad podéis dejar un cuerpo y tomar otro, y si a uno le falta la Luz, el otro tendrá; pero cuando tenéis esa ceguera, cuando huís de la Verdad, huís de la Gloria.
En verdad os digo: Atended mi enseñanza y llevad en vosotros mi sentida palabra espiritual; llevarla como un desprendimiento de la Verdad Suprema que, como pequeños rayitos de Luz, viene a hacerse presente en la vida del hombre, para enseñar con la Verdad el Camino y dar ejemplo y llenar al hombre de la Gracia que concede el Amor, que es Verdad; porque esa Verdad potente, nadie puede destruirla; de Dios viene y en Dios existe la Verdad del Amor, del Amor divino, del Amor espiritual, es el Redentor en vosotros.
Cuantas veces lo he dicho: El Cristo Amor es el que está irradiando en este cerebro, en estos momentos, en este cerebro que a veces hace esfuerzos para servirme, y Yo recibo cada uno de los esfuerzos y sacrificios. Pues bien, soy Yo el Cristo, el Amor manifestado en cátedra, en palabra, en ejemplo y en enseñanza; pero escucha bien, mi Pueblo, no solamente he venido para irradiar en María Amparo, he venido para irradiar en cada una de vuestras conciencias, en cada una de vuestras almas, en cada íntimo de vosotros, en cada uno de vuestros cerebros y de vuestros corazones. Quiero que, pensando en el sol, penséis en Mí; el sol irradia riquezas a la tierra, y Yo irradio riqueza al corazón. Abrid las puertas del entendimiento y afinar vuestros altos sentimientos, para que mi Amor, en compasión y en ternura, se desborde para ti, porque tú así me necesitas; me necesitas dulce y vengo dulce; me necesitas amoroso y soy amoroso; me necesitas consolador porque sufres, y estoy consolándote mi Pueblo amado; me necesitas médico, porque estás enfermo, y Jesús, Médico és, si sabes sentirme, si sabes entenderme, aunque sea un átomo de cuanto te digo. Oídos que me oyen y mentes que muy pocas me comprenden.
Escuchad la voz, la voz humana que está interpretando mi pensamiento espiritual, pero esta voz, escucha mi Pueblo, es para revestir mi pensamiento, para manifestar mi pensamiento, pero escucha lo que quiero, quiero irradiar en vosotros conscientemente, que dejéis unos momentos en vuestra vida para que Yo empiece, poco a poco, a servirme de vosotros; y cuando tengáis un problema, id a vuestro Íntimo y allí sea resuelto el problema.
Cuando tengáis angustias y pesares, id a vuestro Íntimo y vuestros pesares dejarán de ser como las nubes son llevadas por el viento; así, por la Luz sagrada que está en el Íntimo de vosotros, por ella desaparecerán las sombras que te hacen sufrir. Yo soy el Poderoso que se lleva lejos las nubes de tu sufrimiento, porque mi Padre está en Mí, y tal cual lo dijera en mi cuerpo de Jesús, lo que Yo hablo, no lo hablo de Mí, lo hablo de Aquél que me envió. El habla por Mí su divina y santa Palabra. ¿Y quién me ha enviado? Él, el Supremo Creador.
El que siempre ha sido, mi Padre Celestial, el Creador Increado, Aquél que todo lo ha formado y al que nadie lo formó. Soy su Enviado, soy el Cristo, que irradiando, enseñando el Camino, quiero ver que las Almas me sigan tal cual Yo amo a las Almas, las Almas busquen al Cristo amado; pero en Verdad es difícil mi Camino, difícil por hoy, para vosotros, ya que mi Camino es el Camino del Amor, del Amor excelso, del Amor sublime, del Amor espiritual, que es el único Amor divino, es mi Camino, y el que quiera andar por mis caminos, debe tener dulce el alma, dulce el corazón, dulces los labios, y debe ser así a mi semejanza, porque Yo soy a semejanza de mi Padre Celestial. Por eso, Pueblo amado, vengo a invitarte a que recibas de estas notas la verdad suprema, a invitarte a este concierto de mi cátedra, en que desbordándose la ternura, se convierte mi mensaje, en mensaje de consolación, pero también, mensaje de enseñanza.
El Pueblo que angustiado piensa en Mí, nunca será defraudado. Si existe en este Mundo mi manifestación, es porque en los millones y millones de almas que me llaman, en diferentes credos, tienen presente la imploración. En diferentes doctrinas y de diferentes maneras me llaman y me tienen en espíritu y en verdad; pero en verdad quiero poner a las religiones todas, en marcha, en movimiento progresista, porque quiero que todas ellas se revistan de la Luz de la espiritualidad, no de la sombra, sino de la Luz para la Edad Acuaria.
Entonces, soy el Cristo que los niños han soñado y soy el Cristo en quien los hombres y los ancianos tienen su esperanza, el testigo de vuestro nacimiento y de lo que llamáis vosotros Muerte. El Testigo presente en cada una de vuestras obras positivas o negativas, buenas o malas; de cada una de vuestras palabras verdaderas, fingidas o palabras que mienten, o juramentos que se olvidan o promesa que no la hizo el corazón. Cuando los labios del hombre hablan o cuando el sentido interno dice mucho sin mover los labios.
Yo que estoy en la Luz, estoy en ti mi Pueblo, y Testigo soy de todos tus pensamientos, palabras y obras. Yo se que este Mundo te ha entretenido y que queriendo tantas cosas sigues aquí, y tengo que hacer mucho para recordarte tu estado edénico, para recordarte tu Primer Amor, tu Primer Hogar, tu Primer Amor que es mi Padre, tu Primer Hogar que fue el Cielo. Tengo que trabajar tanto en tu interno, y tengo que dar tanto y tan repetidamente mi Palabra para que recuerdes que no vas a quedarte en la faz de la Tierra. ¿Por qué te empeñas tanto en gozar siempre, todo con los sentidos personales, y poco o nada con los sentidos espirituales, diáfanos del Alma? ¿Por qué te empeñas en retenerte si te espera la Gloria, Humanidad?
¿Por qué te empeñas en dar vueltas y vueltas en tus reencarnaciones y en tus muertes, si el Cielo es tuyo y es tu bello futuro que te espera para que en él, unido con mi Padre y Conmigo, puedas ser el genio luminoso que controlando los Mundos y los Sistemas Planetarios, el sol tenga de tu Luz y de tus pensamientos; la Humanidad que escojas como Redentor? Porque hay muchos Planetas en el Gran Cosmos, sí; pero también para cada Planeta hay un Redentor, como fui Yo, y como he sido, el Redentor del Mundo. Así también en los Planetas de pecadores, nunca faltará el Redentor, el Pastor que enseñe el Camino. Vuestro destino es grande, vuestro destino es sublime. ¿Cuándo os vais a entregar a ese Destino para que se cumpla en él, la Voluntad de mi Padre? Si vais al Íntimo donde Yo moro, escucharéis la Cátedra eterna, en tu Íntimo, nunca interrumpida. Escucharéis también, si sois vosotros sensitivos, esa música interior que cual concierto solamente escuchado por los altamente sensitivos, no se niega Él a los hombres; son los hombres los que se niegan a escuchar mi concierto mundial, porque Yo vengo a vosotros en todas las formas, ya que vosotros no podéis venir a Mí. Mis pequeñas avecitas de corto vuelo, no podéis venir a mi Altura, y mi cátedra desciende a vosotros para que entendáis el poder de mi Amor, de mi Amor divino, de mi Amor de Cristo, de mi Amor sublime, del Mensaje de mi Padre Dios.
¡Varón, que estas escuchando mi Cátedra y que dices: “Siento que este Mensaje me llega profundamente al corazón. Pasará el tiempo y posiblemente no olvide este momento”. Y estás pensando con beneplácito y grande emoción en lo que Yo estoy hablando a través de un cerebro, a través de una Médium de tu Mundo; de esas pocas Médium que hay en vuestro Mundo para dar el Mensaje de alta revelación y para que podáis vosotros saber cual es mi empeño, de no abandonar sin mensaje a ninguno de vosotros!
Varón, se que está palpitando tu corazón, Hijo mío; se que está sintiendo profundamente tu Alma, mi mensaje; se que me estás hablando íntimamente; se que tienes una sensación tan verdadera que no sabes si llorar, que no sabes si callar o enmudecer; se que palpita fuertemente tu corazón. Yo te he tocado, Hijo mío, Yo te he tocado, te estoy tocando con Amor, porque mi mensaje toca a todos aquellos que ya están para Mí, aquellos que vengo entresacando de las multitudes; y si efectivamente es verdad como piensas, es verdad que llevarás la música de mi Palabra en tus oídos y la llevarás siempre como un deleite que te haga vivir momentos tranquilos, no solo llevarás mi cátedra amado mío, no solamente mi cátedra, llevas algo más, me llevas a Mí en ti. Yo moro en cada uno de vosotros, ya he dicho antes, y allí está el sagrado vínculo del hombre con Cristo, y el hombre con Dios.
Estoy ligado a ti, y tú a Mí, porque Yo soy, en verdad, el punto principal en donde se unen todos los hilos del pensamiento y vida; porque mi Padre hace por Mí en el Mundo su Obra de Amor y redención. Y si el Amor es el que dulcifica los pesares de un Mundo atormentado como éste, el Amor que entrego a mi Pueblo, es para poner en vuestro amargo, algo de dulzura del Espíritu; así, Varón, no solamente llevas mi enseñanza, Yo, el que te ama, está en ti. Déjame manifestarme y cuando quieras una contestación a tus problemas, ve a tu Interno, donde moro Yo, y si la primera vez, la segunda y la tercera vez, no sientes mi respuesta, vuelve al Silencio, busca la soledad, apártate para escucharme, sigue insistiendo, que un día, una tarde, una noche, tal vez un día al despertar del alba, tú me escucharás, y me escucharás en una forma tan plácida, tan satisfactoria, que al día siguiente será para ti un día de alegría, aunque no tengas motivos humanos para ser feliz.
Pero en verdad, lo que digo a ti, Varón, digo a todos los que me están escuchando: Aprenden a llevar esta Verdad; cada uno de vosotros sois un Centro de Manifestación del Espíritu de Amor y de Verdad, todo depende que vosotros queráis servir y que os preparéis para servir, y lograré todo lo que aquí habéis oído, lograreis ser Centros de Expresión del Espíritu de Amor, unos en otras encarnaciones, porque no os entregarán en ésta; pero algunos de vosotros en ésta, aunque pasen los años llegareis a realizar el bello ensueño, si tal pensáis. Porque es muy sencillo esperar una cátedra, según mi Pueblo amado, pero es tan difícil para los Médium o Mediadores que la dan, que tienen que parar años, muchos años, para poder interpretar, lo que hoy escucháis; tienen que pasar muchos años, tienen que superarse mucho en las facultades que mi Padre Celestial ha entregado; tienen que sufrir al principiar, tanto, que, encuentren como Verdad, el Amor de Dios, el Amor de Cristo.
Yo no digo que quiero sacrificar mis Médiums, hombres o mujeres, a que queden aislados, sin familia, sin matrimonio, sin hogar; Yo no digo eso, solamente digo que viviendo mis Médiums como humanos, idénticamente, puesto que son lo que sois vosotros, tienen que pasar años para dar la Palabra, pruebas al principio, amarguras y dolores, hasta elevar la sensibilidad que se supera; para hacer de mis pensamientos, palabras; y para dar al Pueblo, el alimento espiritual. Yo no vengo a imponer sacrificios, porque en verdad os digo: Vengo a enseñar a amar, y entonces, si vosotros queréis recibirme de otra manera, porque no sólo se recibe mi mensaje de una manera, no, mi mensaje se recibe de mil maneras, se recibe como lo estáis oyendo, se recibe en lo personal, cada uno de vosotros; en la soledad, en el silencio, un mensaje secreto, particular; tú Conmigo y Yo contigo, sin testigos y sin auditorio.
También en lo íntimo, en donde Yo te digo que existo y moro, en lo más elevado de ti mismo, en donde puedes escuchar mi contestación a tu plegaria, también ahí estoy Yo, amados míos, no en forma de cátedra como lo escucháis, pero sí en forma breve, momentánea, tanto como dure lo que podéis recibirme, lo que sepáis conservar, la afinidad Conmigo, la armonía Conmigo, porque necesitáis armonizaros con la Vibración de los Altos Planos, no de lugares lejanos, no, de los Altos Planos que moran precisamente en el Interno de la Alta Conciencia del hombre; no hablo de lugares, hablo de planos interiores invisibles, verdaderos, si vosotros sabéis encontrar la escala oculta, la escala invisible y secreta, por ella progresaréis, por ella seguiréis elevándoos cada vez más el pensamiento, cada vez más el sentimiento, cada vez más vuestras acciones. Buscad la escala del corazón, buscad la escala interna de las almas, porque en ella me encontraréis a Mí, guiando vuestros pasos, asegurando vuestro futuro.
Así, en verdad os digo, que lo que hoy mis Facultades hacen, podéis vosotros hacerlo más tarde, aun en la soledad. Cerrad vuestra puerta, y si no queréis trabajar para el Pueblo y queréis trabajar para vosotros, al cerrar vuestra puerta, al buscar el silencio, al poneros silenciosos, en meditación, y repetir estos ensayos como he dicho; repetirlos aunque pasen los años, un día encontraréis también al Cristo invisible, que alimenta al hombre por la propia conciencia, por el íntimo del hombre.
Y un Apóstol decía: "¿Quiénes somos nosotros, oh Señor, para que tú te ocupes tanto de nosotros?” Espiritualmente hablando sois algo tan grande, espiritualmente hablando, no alcanzan los tesoros del Mundo para comprar lo que sois uno de vosotros, en espíritu, solamente en espíritu, ya que la materia vuelve a la Fuente donde ha procedido.
¡Pobre es la Tierra para comprar o para dar lo que vale una Alma de Vosotros! ¡Por eso os busco, mis Amados por eso os llamo amoroso, porque sois Hijos de Dios, Herederos de su Gloria! ¿Sabéis lo que quiere decir esta Palabra consoladora: Herederos de su Gloria? No vais a ser herederos de una fortuna que puede desaparecer, no, seréis realizando la Divina Herencia, en la Alta Morada de mi Padre, los Hijos del Rey, del Padre y del Señor. Seréis vosotros, resplandecientes, y seréis vosotros, dulces, como todo lo que en el Cielo mora, mas el Cielo no es un lugar apartado de la Tierra, es un concepto maravilloso de la Altura, pero de la Altura espiritual, no de lugar lejano.
Así os digo en verdad: Si vosotros contempláis en las noches las estrellas y decís: ¡"Qué bellas son"! ¡Más bella es el Alma de un Arrepentido! y ¡Más bella es el Alma de un Purificado! ¡Más bella es el Alma de un elevado Ser, que se eleva de una alma como vosotros, que ha buscado la Altura y vuelve a su Fuente primordial! Puesto que vosotros a pesar de que amáis tanto estas cosas del Mundo, no vais a quedaros aquí, porque todo lo que hoy os atrae, no vale nada para el Ser. Mejor será vuestra morada, mejor que la mejor mansión del planeta, porque vuestra morada, aun siendo de perlas preciosas, pobre sería en comparación del Reino de los Cielos. Entonces, ya no tengas tu corazón donde tienes tu tesoro, Humanidad, ya no pongas tu amor en las cosas perecederas, ya no trates de soñar con riquezas, ni de guardar lo que pueden hurtarte, o lo que puede quedar para aquéllos que te aman poco, mucho o nada; no pienses dejar herencia a aquéllos que mal uso harán de lo que no trabajen, y poco usarán bien lo que otro trabaja.
¿Por qué no piensas en tu porvenir celestial? ¿Por qué no eres futurista respecto de tu Reino de Paz y Amor? ¿Por qué no atesoras, por qué no, pero de los tesoros del espíritu que nadie puede hurtar? ¿Por qué no piensas en mi Palabra, a tal grado que la sientas en tu corazón para guiarte en el Camino de la Vida por ella? ¿Por qué no sientes mi Amor, mi Pueblo? Es mi Amor el que palpita en cada corazón, en los momentos en que haces tu Oración y te contesto. ¿Por qué no sientes mi caricia en los rayos del sol? ¿Por qué no enjugas las lágrimas de los que sufren antes de que el aire o el sol sequen las semillas con llanto? ¿Por qué no bendices como Yo bendigo? ¿Por qué no perdonas como Yo perdono? Y en verdad te digo que aquellos que entiendan mi Secreto, mi secreto potente del Amor, aunque lo entiendan por átomo, grandeza tendrán por Verdad.
Ya ves que sí me importa y me interesa cada uno de Vosotros, porque cada uno de Vosotros, tan solo, sois un Valor, sois una Luz, sois un Hijo de Dios, un Heredero del Reino, un Arrepentido futuro, un Brillante temporalmente perdido en este Mundo, en este laberinto. Pero mi Amor va atrayéndote al Centro de Vida, al Centro de Amor, para darte calor de vida, para darte enseñanza de Amor y para enseñarte, sobre todas las cosas, que sólo en la renunciación a lo superfluo, se tiene la grandeza de la Verdad.
Si alguno de vosotros quisiera dar un pequeño resumen de una o de dos o tres palabras, solamente de un concepto que le hubiera interesado, dos voces voy a escuchar, pero no aquellas voces que siempre hablan cuando mi Irradiación es, sino aquellas voces que no hablan seguido a mi Irradiación, Vosotros que sentís y que pensáis, a vosotros y de vosotros, espero la palabra...
-Habla un Hermano.
Siento la emoción espiritual de lo que has tenido que dar, lo que ha habido en ti; haz que sigan floreciendo los rosales de las brillantes ideas espirituales, para que tengas más que dar, que el que mucho tiene que dar, más tiene que recibir. Bendito seas Varón, Yo te bendigo en el nombre de mi Padre y en mi nombre que soy el Cristo. Bendito seas. Ahora escuchad. Visitante que insisto en hablarte, Varón que has venido a visitar esta mi Casa, y que entre el Pueblo estás, y que vuelvo a tocar tu corazón emotivo y sensitivo, que impresionado no sabes o, según tu dices, no encontrarías la manera de dirigirte en este momento a Mí. Varón, en la vida, es verdad que se sufre mucho, pero no hay un sufrimiento inútil, como tampoco hay, Amado mío, una lágrima injustificada; todos los sufrimientos dejan utilidad y todas las lágrimas son justificadas; entonces, no tengas pena manifestar ante tus hermanos el día y en el momento en que tu quieras; que tú, Visitante Amado, eres a quien me dirijo, tú que has sufrido y que has tenido un tiempo pesado por el que estás atravesando, puedes recibir mi consuelo.
En las noches en que te falta el sueño, en que estás pensativo, y puedes recibir mi caricia, porque en tu vida hay momentos en que te sientes vacío de amor, tienes una soledad interior, estás insatisfecho en cuanto al corazón, llénalo de mi Amor y de Mí, ve que no engaña, porque mi Amor no engaña a ninguna Criatura. Y si tú, en tu intimo vas y me buscas, ahí me encontrarás Varón, consolándote e iluminándote; pero este tiempo pesado pasará, y vendrá a ti, cómo tú sabes, por acciones y reacciones, pero, pasará y vendrá a ti la paz y vendrá a ti la abundancia. Además, no te preocupes mucho por la abundancia, abundancia de las cosas materiales, preocúpate mejor por la abundancia de las cosas divinas y celestiales, que no es interesante poseer mucho de lo que el viento se lleva; es interesante ser grande Internamente hablando; así, Varón, en esta noche en que a ti te digo tanto, a quien mando mi consuelo, mi caricia y mi amor espiritual, lleva para tu ser y para tu satisfacción, todo lo que has oído, acompañado con bendición y amor, bendito seas. Y si tus labios callan por pena a tus semejantes, Yo sigo sintiendo y se que sigue latiendo tu corazón. Y te hago una pregunta: ¿Quieres venir a Mí? ¿Quieres hablarme? Puedes hacerlo.
-Habla el Hermano aludido.
Amado mío, he escuchado la sensibilidad, he escuchado tu palabra sincera y en verdad te digo: Bienaventurado tú, que sin estudiar, has dejado hablar al corazón. Bienaventurado tú, que sin preparación, has dado lo que tienes que dar, y Yo te digo: Soy en ti como la luz de tus pupilas, y recibe así el beneplácito con que Yo te recibo. Porque tú no sabes que pasará el tiempo y después de un tiempo tú harás muchas cosas en espíritu para ti, y en la Tierra para el bien de tus semejantes, y el tiempo será por ti aprovechado, y reciba tu alma fecundamente todo lo que manda mi bendición amorosa para tu alma, para tu cuerpo. Y cuando el tiempo llegue, buen labrador serás, y más tarde recibirás de la siembra, magnífica cosecha, porque tu eres de los que Yo llamo, pero que tú mismo te escogerás, o sea, todos los hombres son llamados y escogidos, porque todos los hombres se preocupan por serlo. Veo los corazones, veo los pensamientos, y vengo entresacando a los míos, a los de Dios. Hijo de Dios, Yo te bendigo en el nombre de mi Padre y en mi nombre de Cristo, bendito seas.
A vosotros que de lejos habéis venido, que buscáis el momento supremo de consuelo, Yo os recibo amorosamente, os recibo, pero os recibo, no de uno a uno, sino el raudal llega a cada corazón, entrad en silencio, aquietar vuestro pensamiento; que por medio del silencio, Yo acariciaré a cada mente, a cada alma y a cada corazón. Mientras hacéis vosotros silencio, Yo preparo a cada uno de vosotros, como el Centro vibratorio que da al que recibe. Porque cada uno de vosotros sois una antena del Creador, de mi Padre, sois un Centro de Vida y de alta manifestación; Centros de Vida, Centros de Amor, Manifestaciones Supremas, en Espíritu os hablo. Preparaos para que llegue hasta vosotros mi toque de Espíritu a espíritu, y en el momento en que me estéis sintiendo, pedid de acuerdo con la fe, entrad en silencio y recibid. Tomad, mi Pueblo, que Yo os entrego. Paso a la Luz del Cristo, paso a la Fuerza y a la alta Vibración que riego y esparzo por toda mi Casa, por todo este Recinto. Paso a mi Luz. Vibre, con tal Fuerza esta Luz mía, que por todos aquellos que quieran sentirla, sea sentida. Adelante oh Vibración, oh Fuerza, tomad que os mando por primera vez, Fuerza y Potencia; tomad que os mando por segunda vez, Fuerza y Curación; y tomad que os mando más fuertemente por tercera vez; tomad y recibid que Yo os entrego para vuestro cuerpo, para vuestra alma, para vuestros familiares, para vuestros hogares y para vuestras tristezas, a manos llenas, tomad y recibid.
Amados míos, me he derramado complacientemente en vosotros, simiente de Luz y de paz; he dejado en cada uno, enseñanza para que sigáis por mi camino. ¿Estás conforme, mi Pueblo amado? ¿Os ha servido el alimento espiritual y brillante de esta noche? Ahora, Yo os digo: Amados, preferir ser el herido y no el heridor, preferir ser el ofendido y nunca el ofensor, procurar recibir vosotros humillación, ser humillados pero no humillar. Es preferible ser el muerto en la carne, que el asesino; porque si quitasen la vida a tu cuerpo, encontrareis la resurrección del alma, y mi Padre os dará la gloria en ella. Nunca a ninguno de los míos, se le ocurra levantar la mano contra su semejante, porque en ese momento, me niega a Mí en él; nunca ofendas jamás con voz altiva, porque en ese momento desconoces al Cristo, a Mí, que moro en él. No, no manchéis lo límpido que hay en lo más elevado de Vosotros.
Jamás levantéis la mano, jamás levantéis la voz en contra de ninguna Creatura; si lo habéis hecho alguna vez, no volváis a hacerlo, que Yo bajaré la mano de aquél que pretendiera heriros si vos en ese momento pensáis en Mí, pero si me olvidáis, recibiréis herida; si en Mí pensáis nadie os tocará. Cuidad mi Casa, cuidad este Recinto y honrarlo, porque este Recinto es la Fuente de mis elevadas Vibraciones. Respetadlo, porque este Recinto es en donde queda el eco de mi Cátedra sagrada dada por labios humanos, pero mía, no lo olvidéis. Librad vuestra mente de pensamientos turbios, limpiad vuestros labios de palabras impuras, limpiad vuestra vida de obras insanas, porque sólo los limpios conocerán el Reino de los Cielos. Límpiate, Humanidad, que Yo te espero; límpiate Humanidad, que Yo te señalo el Camino; Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida, dije en mi cuerpo de Jesús, mas lo dijo mi Padre por Mí. Y vuelvo a repetirte: Lo que Yo hablo, no lo hablo de Mí, lo habla mi Padre por Mí, como Yo quiero hablar el Evangelio por vosotros, para ser Uno, la Creatura con su Creación por una eternidad en santa Unidad por los siglos y edades planetarias.
Ahora, si Vosotros habéis tenido un momento de desconexión Conmigo, la naturaleza humana os ha vencido; no se repita más tal violencia, porque quien violento es, en ese momento, obscurece su claridad, cúbrese su Luz interna para no ser profanada y el hombre no la siente ni la ve.
Conexión espiritual conmigo tenéis cuando hacéis obras buenas, dulces, rectas y justas. Estáis desconectados con lo Divino, cuando dedicados a la violencia, a las pasiones, a los vicios, os entregáis al bajo yo; entonces, entráis en desconexión conmigo y en conexión con las sombras. Pero tú eres Hijo de la Luz, mi Pueblo; busca tu procedencia, busca la Luz, y que las sombras no enturbien jamás, ni tus pensamientos, ni tu aura. Brillante en aura y en pensamiento quiero encontrarte; brillante en obras quiero hallarte; amoroso y dulce quiero sentirte. Dejad a los muertos que entierren a sus muertos, dejad a los hombres sin espiritualidad que rueden por el Mundo, que cuando llegue la espiritualidad, vendrán a Mí.
Ahora, Pueblo amado, goza de mi Paz y de mi Amor, y recibe de mi Luz.
Y hay un pensamiento que me dice: “Perdón Señor“, y Yo te digo: Sí, Varón, mi Amor, mi bendición y perdón es contigo, mas no suceda de nuevo jamás. Yo os bendigo en verdad, no es el hombre fuerte el que vale mucho por su valor humano; es el hombre espiritual el que vale mucho por su valor espiritual. No es el fuerte el que ataca y triunfa; es Fuerte el que bendice y ama; es Fuerte el que, antes de levantar su mano, cruza sus brazos; es más fuerte que el que levanta Su mano para pegar. Si tenéis tentaciones de levantar vuestra diestra para atacar a vuestro semejante, a aquellos que son cuerpos, ideas divinas de mi Padre Dios, como lo sois vosotros, en donde moro Yo, porque moro en cada uno de vosotros.
Si queréis vosotros levantar la mano contra un semejante, pensad en Mí, cruzad los brazos, sellad vuestros labios, y se verá una Luz en Vosotros, porque os habéis conectado con lo divino. El que se conecta con lo divino, el que está en armonía con lo divino, ese es grande, no el que tiene fuerza para derribar a su semejante. Es fuerte el que cumple con mi mandato, y lo más grande del hombre es saber perdonar; lo más grande del hombre es saber decir la Verdad; lo más pequeño en el hombre es saber mentir, saber levantar la mano y pensar mal de sus semejantes, son pequeñeces en que sufre el alma, son pequeñeces como la vanidad de vanidades, que sólo es aflicción del espíritu.
Almas mías, a Vosotros he venido como Mensaje de Amor de los Cielos a la Tierra; a Vosotros he venido como perdón y consuelo, a vosotros como Luz y como bendición, mi paz y mi Amor os dejo. Y el arrepentimiento me place porque os purifica, mi Paz y mí Amor os doy.
No os hablo de Amor, como os hablan los hombres en el Mundo, os hablo de Amor como habla el Enviado de Dios a la Tierra. Mundo mío, Yo te bendigo, Mundo mío, me seguiré manifestando en ti de todas las maneras, miles de maneras diferentes, para llevar a Dios, lo que es de Dios; para que cada Alma, vuelva a su Centro de donde un dia surguio.
MI PAZ SEA EN VOSOTROS
RECIBAN UN FRATERNAL SALUDO DESDE SALTILLO COAHUILA MX